Washington, EU.- El fiscal general adjunto de Estados Unidos, Rod Rosenstein, anunció hoy su renuncia al cargo, que se hará efectiva el próximo 11 de mayo, en una nueva secuela de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre una supuesta injerencia rusa en las elecciones de 2016, el llamado “Rusiagate“.
Rosenstein fue quien nombró al fiscal
especial Mueller para el caso de la presunta trama rusa, una investigación que
enfureció al presidente Donald Trump, recordó este lunes la emisora pública
estadunidense NPR.
La carta de renuncia de Rosenstein,
enviada a Trump, defendió la independencia del Departamento de Justicia y
recalcó, como ha dicho en semanas recientes, que el caso lo puso en la posición
de tener que tomar decisiones difíciles, pero argumentó que siempre hizo lo
correcto.
En su carta de renuncia, enviada a
Trump, Rosenstein confió en que para el 11 de mayo, el Senado haya confirmado
al hombre nominado para reemplazarlo, Jeffrey Rosen.
“Hacemos cumplir la ley sin miedo ni
favores, porque la evidencia creíble no es partidista, y la verdad no está
determinada por las encuestas de opinión”, escribió Rosenstein.
“Ignoramos las distracciones fugaces y
centramos nuestra atención en las cosas que importan, porque una república que
perdura no se rige por el ciclo de noticias”, apuntó.
Aunque Rosenstein sostiene que rechazó
la posibilidad de grabar en secreto a Trump, como sugirieron algunos
funcionarios y colaboradores para tener registro de las órdenes del presidente,
el fiscal general adjunto esperaba ser despedido, dijeron fuentes del
Departamento de Justicia.
Trump lo mantuvo en el cargo, pero al
margen de sus decisiones, pues cuando destituyó al anterior fiscal general Jeff
Sessions, tanto el fiscal general interino como el sucesor definitivo William
Barr fueron electos sin que el presidente considerara colocar en el cargo a
Rosenstein.
Barr y Trump nominaron como fiscal
general adjunto a Rosen, dejando una vez más al margen a Rosenstein, quien
también recibió críticas del mandatario por haber permitido la pesquisa de
Mueller, que ha calificado de “engaño”.