En los últimos 30 años, el consumo de frutas y verduras entre los mexicanos cayó 30%, y el de frijol, casi 50% como parte de una transición alimentaria que no ha concluido, advirtió Elsy García Villegas, especialista en Ciencias de la Salud de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La especialista explicó que la caída en el consumo de esos productos obedece a que los antiguos mercados han sido sustituidos por plazas y tiendas de autoservicio.
“Los (mercados) tradicionales tenían muchos alimentos sin grasa, las botanas eran jícamas, pepinos y zanahorias; ahora presumimos la deshonra de ser el mayor consumidor de refrescos y sopas instantáneas del orbe”, señaló.
Añadió que es un mito argumentar que las verduras no proporcionan una sensación de saciedad y pidió a los consumidores darles una oportunidad durante algunos días para corroborarlo.
La investigadora del Departamento de Vigilancia Epidemiológica del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNS) sostuvo que a la fecha 72 de cada 100 jóvenes tienen sobrepeso y obesidad y cuatro de cada 10 adolescentes padecen el mismo problema.
Expresó que los hábitos sedentarios propiciados por el desarrollo tecnológico, la falta de planeación familiar de la alimentación y la excesiva carga y mal manejo del estrés son algunas de las causas que propician este padecimiento.
Sin embargo, aseguró que combatir y prevenir estos males no es tan complejo, por lo que recomendó a los jóvenes seguir y registrar, uno por uno, 10 mil pasos al día. Si esta actividad, agregó, se realiza por periodos de caminatas de 30 minutos ininterrumpidos será aún más eficiente.
Además, dijo que el consumo de alcohol combinado con refresco es otro de los factores que contribuye a la obesidad, debido a que representa una gran alza de calorías.
La especialista en evaluación del estado nutricional aclaró que para evitar el sobrepeso y la obesidad no es necesario asistir al gimnasio, pero sí es una regla desayunar, como parte de los cinco tiempos de comida, divididos en tres turnos y dos colaciones, así como utilizar platos pequeños para no aumentar las porciones, y beber de ocho a 10 vasos de agua simple.
Por último, reiteró la importancia de una alimentación saludable “consuman las de temporada para que el gasto no sea elevado, y si no pueden comer salmón, hay atún y sardinas, el caso es disminuir las carnes rojas, o sustituirlas con la combinación de cereales y leguminosas, como la fórmula tradicional milenaria: tortilla y frijol”, finalizó.
