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La difícil lucha diaria para la madre de un niño con cáncer

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Cancún.- Todas las madres pueden disfrutar a sus hijos, pero la madre de un hijo con cáncer debe disfrutar especialmente cada día que lo tenga y luchar a diario por él,  día a día, opina Yusi Evelyn Dzib Echevarría, presidenta de Fundación Aitana.

A ocho años de la muerte de su hija Aitana, quien estuvo dos años con la enfermedad, y siete de haber creado la Fundación Aitana, señala que “ella nos dejó toda esta parte de ayudar a otros niños, que otras mamás no pasen por esto o que si lo pasan sea menos el dolor de llevar la enfermedad”.

La madre y la familia de un niño que muere de cáncer tienen que sentirse respaldados. En ocasiones no tienen dinero ni para trasladar a su hijo fallecido en un lugar alejado de donde viven, apunta.

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Si la madre debe luchar todos los días por su hijo, considero que no debe haber una fecha para celebrarla, pues su tarea es de todos los días y no puede caer porque es pilar para la fortaleza del niño, de quien también recibe mucha fortaleza, expresa.

Con la experiencia de haber ayudado a 336 familias de niños con cáncer por medio de la fundación, de las cuales 106 reciben apoyo en este momento en todo el Estado, recomienda fortaleza delante de los hijos enfermos y no llorar ante ellos. “A pesar de la angustia y el miedo que cargamos, que nos vean siempre sonriendo”.

Se requiere mucha fortaleza y amor, una madre hace todo por su hijo. No hay límites, nada que nos detenga en la lucha para que nuestros hijos salgan adelante, subraya.

Yusi Evelyn confiesa que, luego de siete años, hay momentos en que ha querido dejar esto, pero siempre hay un niño que la abraza, le dice “gracias” o “te quiero mucho” y es donde recupera la fortaleza para seguir adelante.

Me da coraje que un niño se tenga que ir lejos de su familia, de su entorno, de Cancún para recibir atención. Mi hija añoraba regresar a Cancún. Da coraje el no poder hacer algo para que los niños estén aquí, cerca de sus familias, apunta.

Recuerda haber vivido un duelo de un año por su hija Aitana y que finalmente comprendió que debía levantarse para luchar por sus otras tres hijas: Jocelyne, de 25 años de edad, quien en la Fundación creo un área para apoyo de los hermanos del niño enfermo; Evelyn, de 23 años e Inaya, de 17, gemela de Aitana, a quien festeja su cumpleaños y el de su hermana.

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