Raúl Jiménez no solo se convirtió en el jugador más caro en la historia del Wolverhampton, también lo es del futbol mexicano al aumentar su valor para cualquier futbolista de nuestro país inmiscuido en alguna negociación de transferencia, ya sea local o en el extranjero.
Jiménez era uno de los jugadores mexicanos con mayor valor en el mercado en Europa, solo por debajo de Hirving Lozano. Pasó en 2014 al Atlético de Madrid en una cifra de 10,5 millones de euros y un año después, Benfica pagó 22 millones para ser el segundo fichaje más caro para un mexicano en la historia, superado por “Chucky” Lozano, cifra que este día, rompió al ser adquirido por el Wolverhampton por 38 millones.
Javier “Chicharito” Hernández se mantiene como el tercer mexicano con más costo de fichaje con 17,8 millones de euros cuando West Ham United le pagó al Bayer Leverkusen esa cantidad hace dos temporadas. Hirving Lozano era el más caro con una venta de 24 millones de Pachuca al PSV.
Jiménez supera en demasía el costo que tuvo en su momento Hugo Sánchez, cuando pasó de Pumas al Real Madrid, que se dice en ese tiempo fue de 1,5 millones de euros.
Junto al canterano del América figuran siete jugadores que sobre pasaron los 10 millones en fichajes, ya sea de México a Europa, o entre clubes del Viejo Continente como: “Chucky”, “Chicharito”, Nery Castillo, Diego Lainez, Carlos Vela, Héctor Herrera y Jesús Manuel “Tecatito” Corona.
