Cancún.- El Tren Maya, del cual ayer se
dieron a conocer las bases de la licitación para la contratación de la
ingeniería básica, generará nuevas condiciones de desarrollo, como la
habilitación de zonas industriales y de distribución de combustible, y tendrá
que estar operando en 2023 con al menos 15 de las más de 50 estaciones
consideradas en el proyecto final, manifestó Rogelio Jiménez Pons, director del
Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
En entrevista para el noticiero matutino
de Radio Fórmula, el funcionario indicó que la ingeniería básica de los
servicios constituye el primer paso y servirá de base para elaborar los proyectos de ingeniería,
que permitirán conocer dónde se impactará, luego vendrán los estudios de
impacto ambiental y al final la consulta a los poblados indígenas. “No puede
ser al revés”, explicó.
Luego de recordar que el recorrido
completo será de 1 mil 525 km y que en la mitad de esa distancia ya hay un
ferrocarril, muy viejo, que se hará completamente nuevo, con un impacto
ambiental, derecho de vía y libramientos establecidos, dijo que la situación es
diferente en la otra parte y, aunque se tienen derechos de vía preexistentes,
que son tanto los de en la carretera como los de los cables de alta tensión, se
tendrá que cumplir todo.
Según dijo, la comunidad ambiental debe
estar tranquila porque un ferrocarril contamina 100 veces menos que una
carretera, además de que en este caso se utilizarán máquinas a biodiesel, que a
largo plazo pueden ser reemplazadas por otras eléctricas o de hidrógeno.
Con la parte de carga, fundamental para su viabilidad económica, saldrán miles de camiones y, si bien la vía pasará por Calkmul, será por una zona donde no hay árboles. Se corregirán deficiencias de la carretera, principalmente la de no contar con pasos de fauna y se instalará un sistema de advertencia, postes que anticiparán el paso del tren emitiendo señales de sonido para que los animales se quiten de la vía y evitar que continúen atropellamientos, como los de jaguares, reportados en fecha reciente.
Fonatur tiene por vez primera una mesa
científica-tecnológica de su lado, con gente de la UNAM, IPN, el Foro
Científico y Tecnológico, para tener objetividad en la toma de decisiones.
Incluso, el Instituto de Geofísica de la UNAM alertó sobre el peligro que
representa el suelo cavernoso, indicó.
Hay zonas muy sensibles, como los
alrededores de Río Secreto, que obligarán a ver qué tipo de estructuras se
pueden hacer, como puentes sobre la tierra, para evitar pasar sobre zonas
sensibles a la vibración y el peso que pueden colapsarse. Son estudios que
debemos tener garantizados, dijo.
En ese mismo sentido, se refirió al
cuidado que se tendrá como los vestigios arqueológicos. Por esa razón, se
licitará un “vuelo líder” que permita conocer a detalle la conformación del
suelo, dónde hay monumentos sobre los derechos de vía y los nuevos centros de
población que sea generará. “El tema arqueológico está recibiendo prioridad”,
afirmó.
El proyecto ha avanzado en pedacitos,
pero con la licitación los integraremos para avanzar más rápido, explicó.
Jiménez Pons aclaró que el Tren Maya no
parte de cero, pues había antecedentes, incluso un proyecto de la
administración federal pasada, que elaboró un estudio sobre el tramo
Cancún-Tulum y otro del gobierno de Yucatán, que ya había hecho el
planteamiento para un tren hasta Punta Venado.
Había antecedentes que se recuperaron en
el Proyecto de Nación hace tres años y por eso ahora se pudieron integrar
relativamente rápido. Incluso, luego de la elección, los cinco gobernadores de
la región se reunieron con el entonces presidente electo e hicieron un programa
de estudios. De hecho, han salido convocatorias locales sobre estudios
complementarios del Tren Maya, añadió.
En consecuencia, ya ha habido estudios
topográficos y geofísicos que alimentarán los proyectos de ingeniería básica.
Con la licitación comprometeremos a los ejecutores a que realicen la obra bajo
sus propias responsabilidades, prosiguió.
En ese sentido, declaró que, como se
pagarán a largo plazo capital, intereses y el mantenimiento, será importante
que si en cinco años hay un problema, como un socavón, no puedan reclamar que
se les entregó mal el proyecto, pues lo que se les entregará es la ingeniería
básica para que desarrollen el proyecto a detalle. Eso implica que deben asumir
el resultado de su obra.
No vamos a contratar basados en la Ley
de Obras Pública, sino mediante la Ley de Adquisiciones y Servicios y eso
implica que vamos a generar un contrato diferente, de asociación
pública-privada, que nos garantice que el responsable tome la ingeniería
básica, desarrolle su ingeniería bajo su responsabilidad, la ejecute y la cuide
durante 30 años, continuó. Eso garantizará que el ejecutante la cuide porque es
el responsable del origen, incluso de los datos técnicos y de todo el proceso,
manifestó.
La licitación, publicada en Compranet,
tiene como objetivo contratar la ingeniería básica de los servicios
correspondientes a la ingeniería básica del Tren Maya y se desarrollará en
cinco etapas.
La primera fase consiste en el registro
de participantes, del 6 al 14 de mayo en horario de 9 a 14 horas; un taller
informativo, que será impartido a partir de las 9 horas el 15 de mayo; luego,
el 27 de mayo a las 11 horas Fonatur realizará la junta de aclaraciones y el 5
de julio presentará las propuestas. El fallo se dará a conocer el 22 de julio a
las 11 horas.