Argentina vive su quinta huelga nacional de 24 horas que los sindicatos realizaron contra las políticas de ajuste del presidente Mauricio Macri, que han ocasionado una grave crisis económica, al registrar una inflación de 55 por ciento, un desempleo de 9.1 por ciento y aumento de la pobreza en más de 32 por ciento.
El paro tiene lugar a pocos meses de los comicios del 27 de octubre en los que Macri buscará reelegirse y la opositora exmandataria Cristina Fernández su regreso al poder, pero ahora en el cargo de vicepresidenta del país, en la fórmula con Alberto Fernández, quien será candidato a presidente por Unidad Ciudadana.
La huelga convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) se sentía con fuerza en Buenos Aires y otras ciudades por la paralización de los ferrocarriles, el metro y los autobuses, así como el transporte de mercancías por carretera y vía marítima.
Aerolíneas Argentinas fue una de las compañías aéreas que no operó. Unos 330 vuelos fueron cancelados y 37 mil pasajeros resultaron afectados.
En los hospitales se atendían sólo emergencias pero en los comercios y restaurantes la medida se acataba de forma dispar.
Dirigentes sindicales consideraron que el paro fue más exitoso que otros realizados contra el gobierno y que demuestra el rechazo a las políticas que generaron despidos, el cierre de 14 mil pequeñas y medianas empresas y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios a causa de una inflación “alarmante”.