Ciudad de México.- La organización Pacto
por la Primera Infancia señaló que los niños menores de seis años de edad
constituyen uno de los sectores poblacionales en los que menos se invierte, que
tiene los porcentajes de pobreza más altos y que sufre carencia de servicios,
además de que son víctimas de violencia física y psicológica.
Al entregar a diputados los resultados
de su primer Ejercicio de Participación Ciudadana, la coordinadora general el
Pacto por la Primera Infancia, Aranzazu Alonso, destacó que este arrojó que 43
por ciento de más de 15 mil 652 niños de uno a seis años señalaron que la causa
principal de su tristeza son los conflictos familiares y la discriminación.
En la víspera del Día del Niño, el
ejercicio ubicó como segundo lugar de las causas de tristeza en menores, la
deserción, el maltrato y el abandono; seguido por la restricción de juguetes y
de esparcimiento, el deterioro ambiental, los desastres naturales y los
entornos inseguros.
Alonso Cuevas señaló que en este
ejercicio participaron 15 mil 652 niños de uno a seis años, quienes señalaron
que también hay cosas que les alegran.
Ubicaron como la principal causa de esa
alegría el juego y esparcimiento, seguido por relaciones familiares positivas,
la participación en actividades recreativas, como pasar tiempo con su familia.
El ejercicio contó con la participación
de 94 mil 136 personas de 12 años o más de edad que opinaron sobre las
necesidades más importantes que enfrenta la primera infancia en México.
De ese ejercicio, 98. 2 por ciento de
los adolescentes y adultos estuvieron de acuerdo en plasmar de manera explícita
en el Plan Nacional de Desarrollo la atención a las necesidades de niños
menores de seis años.
Además, señalaron como las principales necesidades
de dichos niños pasar más tiempo con su familia, atención médica, que los
traten con cariño sin gritos ni golpes, que cuando son bebés los provean de
leche materna y comida saludable, entre otras sugerencias.
La organización Pacto por la Primera
Infancia pide a los legisladores que este ejercicio sea de escucha efectiva, y
que visibilice a los niños en los instrumentos de política pública, desde el
nivel estratégico hasta el nivel operativo.
Lo anterior, asegurando en el Plan
Nacional de Desarrollo una política para el desarrollo integral de la primera
infancia.
Además de que en el presupuesto de
egresos se contemplen programas destinados a garantizar los derechos de la
primera infancia, que la inversión en este grupo etario se haga visible
mediante un subanexo transversal, y que el monto total de la inversión crezca
progresivamente.