Sin lugar a dudas Quintana Roo hoy vive una crisis en muchos aspectos, desde los más simples hasta los más complejos: ambientales, turísticos, económicos, de inseguridad, derechos humanos y uno más que cómo metástasis se ha extendido a las entrañas del Gobierno estatal y desde décadas nos aqueja y se enquista: “el compadrazgo”, “el amiguismo”, “el recomendado”, que como triste realidad, llegó para quedarse.
La falta de voluntad política es una de las principales características al interior de muchas de las dependencias estatales o federales, el ciudadano se enfrenta a el desgano o desánimo por parte del funcionario menor, desde aquellos que están detrás de una ventanilla atendiendo al público, hasta quienes pertrechados en su escritorio descansan plácidamente o niegan la atención a quienes se suponen son sus “jefes”.
Uno de esos lamentables “quistes” se encuentra justamente pertrechado al interior de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo, en medio de la peor crisis de inseguridad que hayamos padecido, han quedado evidenciados quienes deberían enaltecerse de ser una autoridad autónoma, la cual combate eficazmente las violaciones a los inalienables derechos de las personas, hoy prefieren “dormir el sueño de los justos”, por supuesto, sin ningún derecho, afortunados pseudo funcionarios con la quincena segura como su presidente, Marco Antonio Toh Euán y su sequito de visitadores.
De acuerdo al informe presentado por el propio Marco Antonio Toh Euán, se puede resumir en: “mucho ruido y pocas nueces”.
Ya que, se emitieron apenas 18 recomendaciones, dirigidas a 20 autoridades y/o personas en el servicio público, de las cuales el 50 por ciento se concentra en la Tercera Visitaduría General, es decir, entre Tulum y Solidaridad, como si Benito Juárez no fuese el municipio más grande del estado y con los evidentes mayores conflictos sociales, especialmente de seguridad y acceso a la justicia.
De esas 18 recomendaciones emitidas, Solidaridad cuenta con el mayor número de observaciones, 8 en total, lo cual ocurre en un contexto de discrepancia política evidente entre el gobierno de Solidaridad y el gobierno del Estado de Quintana Roo, mientras que Benito Juárez, el más conflictivo del Estado, que triplica a Solidaridad en habitantes y en funcionarios públicos, así como en población penitenciaria, tiene menos exhortos, sumando un total de 7 recomendaciones.
Othón P. Blanco, capital burocrática del estado, apenas tiene una observación.
Podría pensarse que es una casualidad; pero “piensa mal y acertarás”, no es así, “lleva esa bola jiribilla”, y es con total intención.
Una labor para la que Toh Euán fue designado, un rol patético que esperan de él, pero que ante este panorama de desprotección en materia de Derechos Humanos en Quintana Roo, los ciudadanos nos vemos obligados a recurrir a otras instancias de defensa, esperando que quien presida tan importante institución se aleje de las conveniencias políticas y las acciones publicitarias y se dedique a trabajar en beneficio de las personas que día a día lidian con el sistema público que les violenta su acceso al pleno goce y disfrute de sus derechos humanos.
