El Bayern München venció 2-1 al Sevilla, en la Supercopa de Europa, para conquistar el póker de la atípica campaña 2019-20. Es la primera estrella del año que celebra con afición en las tribunas.
Después del parón por el coronavirus, los pupilos de Hans-Dieter Flick se enfocaron en ganar todo lo posible. Comenzaron a labrar su camino ganando la Bundesliga, el 16 de junio pasado
Días después, el 4 de julio, levantaron la Copa de Alemania, al vencer 2-4 al Bayer Leverkusen. Para el 23 de agosto, incrementaron su obra, tras superar por la mínima al PSG, en el duelo por la corona de la Champions League; así obtuvieron su lugar para el duelo de ayer, en Hungría.
El cuadro bávaro saldó una cuenta pendiente, pues a pesar de tener ya una Supercopa europea (2013) en sus vitrinas, fracasó en su intento en las ediciones de 1975, 1976 y 2001.
Ante 16 mil espectadores, lo que marcó el regreso de los fans a los estadios en los torneos de UEFA, el Bayern demostró que es el mejor club de la actualidad.
Apenas a los 13’, Lucas Ocampos adelantó al conjunto español desde el manchón de penalti. Sin embargo, Leon Goretzka puso de nuevo en el juego a los alemanes, con un disparo dentro del área al minuto 34.
Ubicados en los tiempos extra, Javi Martínez aprovechó un rechace hacia el centro del portero Bono, para hacer el 2-1 y firmar el póker del conjunto bávaro.
Así, el Bayern München se convirtió en el primer equipo de las grandes ligas del Viejo Continente en llegar a 23 victorias consecutivas, superando la marca del Real Madrid de Carlo Ancelotti (22 triunfos, en 2014).